Requena
Fue el día de la Tomatina de Buñol de 1997. Renault 19 Chamade y hacia Requena. Luego ya vino el Mercedes aunque no para mí. La Tomatina de Buñol para quien no la conozca es una fiesta popular, convertida en fenómeno de masas donde la gente se agrede cordialmente a tomatazos. A finales de Agosto y en Buñol. Pero nosotros íbamos a Requena.
No habíamos trabajado juntos; fue una primera experiencia. Agradable. A Carlos Badenes, arquitecto con despacho en Valencia le habían encargado un proyecto de rehabilitación de Iglesia-Hospital para uso residencial y hotelero. Había un levantamiento previo, incompleto, pero había que crear uno acorde a la majestad del edificio.
Allí yacía y yace aún ahora, abandonado a su suerte, al norte de la población cerca de la estación de ferrocarril y junto a un almacén. Una vez más es de lamentar el abandono de un edificio tan notable. A destacar su iglesia y el magnífico claustro con sus columnas de hermosa factura.
Exponemos brevemente lo que dio de si aquella mañana de trabajo y numerosas horas posteriores de gabinete.
Manuel Geómetra
Carlos Badenes hizo un magnífico proyecto, en el que tuvimos el honor de participar. Lástima que la obra no se realizara.